A las seis menos cuarto del 6 de agosto de 1936 en el campo de tiro de La Isleta eran asesinados el diputado isletero Eduardo Suárez Morales y el delegado gubernamental de la zona norte Ferrnando Egea Ramírez, la ejecución se realizaba escasos 7 días después de la apertura del Campo de Concentración de La Isleta y tras un Consejo de Guerra sumarísimo y “express” realizado en la Sala de Justicia del cuartel de San Francisco, en el que fueron condenados a pena de muerte por el delito de rebelión militar, también serían sentenciados el consejero del Cabildo de Gran Canaria Pedro Delgado Quesada y Hermina dos Santos Alemán con la pena de 26 años y 8 meses de reclusión mayor.
En la actualidad existe un busto de
homenaje a la figura de Eduardo Suárez en la Plaza del Pueblo de La Isleta,
junto a una placa de homenaje a los 6 obreros asesinados el 15 de noviembre de
1911 y la placa instalada en 1979 por los isleteros e isleteras con la
denominación “Plaza del Pueblo” constituyen un reconocimiento importante a
todos los bregadores contra el caciquismo y el fascismo en nuestro barrio.
Reproduzco poema sobre este terrible
asesinato escrito por el reconocido como Poeta Nacional Canario, D. Francisco
Tarajano.
TIROS DE MUERTE.
A
Fernando Egea y Eduardo Suárez, primeras víctimas del odio.
Por
tristes veredas
del
blanco Agaete
va
Femando Egea.
Caco
camionero
¿a
dónde arrastras al buen farmacéutico?
Por
los arenales
de
gualdas Canteras
va
Suárez Morales
Jaula
chanchullera,
¿a
dónde llevas su altiva cabeza?
Por
los lomos fríos
de
la madrugada
van
sangrantes hilos.
Fusiles
fulleros,
¿dónde
el manantial de sus tibios cuerpos?
Por
las ocres lomas
de
la yerma Isleta,
unas
gotas rojas.
Chingante
sudario,
¡Cómo
vas con perlas el suelo mojando!
Un
camión birriento,
por
el Muelle Grande,
viene
con dos muertos
Cigarra
maldita,
¿por
qué honda sima sus cuerpos vomitas?
Por
todas las Islas
unas
lenguas gagas
tiemblan
en esquinas.
Dicen
que barrancos
correrán
con sangre
y
con rojo llanto...
En
Puerto "Las Nieves"
una
bata blanca
ancló
para siempre.
En
Playa "Canteras"
lloran
las olas
en
la amarga arena.
Se
escucha en los mares,
desde
un diez de agosto,
a
Egea y a Suárez.
A
dúo repiten:
"Las
piraguas de odio
váyanse
a pique.
No
carguen fusiles
ni
remeros que con sangre salpiquen"...
¡Suárez
y Egea,
vivos
de la muerte
en
la seca Isleta!