Como homenaje a D. Nicolás Estévanez me gustaría, de forma muy resumida, aportar 4 razones por las
que lo homenajeo, espero, estimado lector, que su lectura le
aporte algún interés para conseguir que D. Nicolás tenga los reconocimientos merecidos.
1) Compromiso
con la justicia, “Nunca, ni antes ni después, en ninguno de los
trances por los que he pasado en la vida, he perdido tan completamente la
serenidad. Me descompuse , grité, pensé en mis hijos, creyendo que también los
fusilaban...Dos camareros se apoderaron de mi encerrándome en un patinillo, sin
lo cual es posible que a mí también me hubieran asesinado....”, de esta
manera Estévanez describió en sus memorias lo sentido al enterarse de la
noticia del fusilamiento de 8 estudiantes de medicina por parte del ejercito
español, en La Habana el 27 de noviembre de 1871, habiéndose demostrado
públicamente la inocencia de estos durante el consejo de guerra al que habían
sido sometidos, anteriormente había meditado el abandono de la carrera militar
y este acto hizo que definitivamente solicitara la licencia absoluta.
2)
Compromiso con sus compatriotas
y con Canarias, Residiendo en París, en octubre de
1902, le llega la noticia de la injusta prisión a la que Weyler y
Astray están sometiendo a un canario, pues al mes siguiente y pese a
las amenazas que se vertían sobre las personas que visitaban a ese
reo, se plantó en la cárcel modelo de Madrid para conocer esta
situación, el preso era Secundino Delgado y nos plasmó este primer
encuentro de la siguiente manera,
“Lo vi y lo amé. Es un
anciano corpulento, nervudo, de mirad franca; revela una voluntad
poderosa, como poderosa es su naturaleza física, tiene grandes
bigotes blancos y retorcidos, una perilla exuberante y también muy
blanca. De ademanes desenvueltos, como las de un gran jefe; noble a
veces y fiero a ratos. Viste de negro y cubre su traje un abrigo
oscuro.
Me
espera en el interior de la reja. Sus palabras penetran dulce y
amorosamente en mi corazón sediento de cariño. Es canario: el más
grande de la época; el único. Mi tierra hoy sólo produce entecos,
esclavos y eunucos al nacer. El que me habla no es de estos, tiene la
arrogancia de los grandes de antaño. Y si no lleva la sangre de
aquellos, se ve que mamó en el mismo ambiente.
Antes
que me diga su nombre lo adivino; es Nicolás Estévanez...”
Pocos
meses después y gracias a las presiones de Estévanez, Secundino fue
liberado.
3)
Valentia,
es una de las calificaciones que se desprenden de la lectura de
“Fragmentos de mis memorias”, a
modo de ejemplo, siempre me ha sorprendido como a finales del siglo
XIX principios del siglo XX un exgeneral del ejercito español y
exministro del Gobierno de España muestra su africanidad con total
naturalidad, debemos de reconocer que hasta hoy en día en cualquier
conversación en las que manifestemos la africanidad de este
archipiélago podemos encontrarnos con variopintas y forzadas
disculpas para negar la realidad.
“Aquellas víctimas de
nuestras balas me interesaban tanto o más que nuestros muertos, no
sé si por ser africanos como yo o porque es más sensible el
sacrificio de los que no tienen culpa en el desastre”.
4)
El cuarto motivo es el poema “Canarias”,
como tuve oportunidad de exponer en el homenaje a D. Nicolás
efectuado a las puertas de su casa natal en la Plaza San Antonio Abad
de Las Palmas de Gran Canaria, si Estévanez no hubiera hecho nada
más en su vida, también sería merecedor de mi reconocimiento, sólo
por el hecho de crear este himno “identitario” se merece
un puesto de honor en la historia de este país, aunque al lector le
pueda estar viniendo a la memoria el famoso canto VII, aquel que dice “Mi patria es una isla, mi patria es una roca....” el
poema en su conjunto es una autentica canción de amor a la patria,
de los otros cantos me gustaría recordarles el canto III, en él que
escribe sobre la conquista:
“Pero
les costó más tiempo
que a Cesar rendir las Galias
que a Annibal
vencer a Roma
y a Alejandro toda el Asia.
En
la epopeya de un siglo
de la defensa canaria,
cien veces los
invasores
perdieron las esperanzas”.
En
cuanto a la situación generada en Canarias tras la conquista,
Estévanez nos manifiesta como para él la colonización continua,
planteándonos la necesidad de iniciar un proceso libertario.
“Todos
son esclavos viles
en aquella tierra ingrata,
del hacendado los
unos,
los otros de la ignorancia.
Nadie
esgrime por la gloria
las libertadoras armas,
que las razas
ennoblecen
y el espíritu levantan.
¡Malhaya
el mercantilismo
que envilece y que degrada;
maldito el normando
sea,
y maldita sea su raza.”
Estas
son las mis razones para conmemorar a Estévanez, y podríamos tener
entre todos 1.000, pero no hubieran sido suficientes sin el trabajo
descomunal, efectivo, brillante, inteligente, maravilloso..... de Nicolás Reyes, la Asociación “Desde la sombra del almendro” y de Pedro J. Brissón.
Agradezco la difusión de este artículo (versión original de 2014) en los siguientes medios (igual hay alguno más pero no lo he localizado):
Artículo en Gomera Verde.
Artículo en InfoNorte Digital.
Artículo en Canarias24Horas.
Artículo en Noticanarias.
Artículo en San Borondón.
Artículo en La casa de mi tía.
Artículo en El Canario.
Artículo en Canarias Noticias.
Artículo en Telde Actualidad.
Artículo en El Digital de Canarias.