"Lo vi y lo amé. Es un anciano
corpulento, nervudo, de mirada franca; revela una voluntad poderosa, como
poderosa es su naturaleza física, tiene grandes bigotes blancos y retorcidos,
una perilla exuberante y también muy blanca. De ademanes desenvueltos, como las
de un gran jefe; noble a veces y fiero a ratos. Viste de negro y cubre su traje
un abrigo oscuro.
Me espera en el interior de la reja. Sus
palabras penetran dulce y amorosamente en mi corazón sediento de cariño. Es
canario: el más grande de la época; el único. Mi tierra hoy sólo produce
entecos, esclavos y eunucos al nacer. El que me habla no es de estos, tiene la
arrogancia de los grandes de antaño. Y si no lleva la sangre de aquellos, se ve
que mamó en el mismo ambiente.
Antes que me diga su nombre lo
adivino; es Nicolás Estévanez..."
“Me pregunta por sus peñas, por mi familia, por mi prisión…
Me cuenta, riendo buenamente, que Millán Astray trata de
asustarlo, y le contesta que sus recuerdos más gratos son los procesos y persecuciones
del gobierno español y añade:
-Estaría aquí, contigo, todo el día, hablando de allá--- de
mi hermano Patricio, de mis amigos, de mi almendro…pero están ahí detrás; no me
dejaron solo; nos están oyendo.
Se despidió. Me deja un mazo de cigarros, me aprieta la mano
fuerte y nerviosamente…..”
Texto de Secundino Delgado publicado en su obra ¡Vacaguaré...!, en el que describre a Nicolás Estévanez en el momento de su visita a la carcel modelo. Recordamos que D. Nicolás fue fundamental en las gestiones encamindas para la liberación de Secundino Delgado.
Texto de Secundino Delgado publicado en su obra ¡Vacaguaré...!, en el que describre a Nicolás Estévanez en el momento de su visita a la carcel modelo. Recordamos que D. Nicolás fue fundamental en las gestiones encamindas para la liberación de Secundino Delgado.